Las úlceras por presión son un problema de salud de primer orden con consecuencias devastadoras a nivel económico, social y sobre todo de salud para los pacientes y cuidadores. En la actualidad, elevar el nivel de conocimientos de los cuidadores familiares nos pondría en situación de prevenir casi la totalidad de estas lesiones en los domicilios articulando un programa global e integrado de prevención.