La fotografía es utilizada actualmente como una herramienta para documentar la evolución y la evaluación de las heridas. La utilización correcta de las herramientas de la fotografía supone que esta documentación pueda ser de calidad. En el ámbito sanitario no existe formación específica para incorporar la fotografía y sus técnicas de una manera viable, obteniendo una heterogeneidad en los registros y seguimiento de las heridas. El manejo correcto de la luz, enfoque y encuadre son necesarios para plasmar, de una manera lo más real posible, la herida que estamos viendo.